Muchas empresas modernas han ido entendiendo que el trabajo final es más importante que la forma, el horario o el lugar en el que se desarrolle, y por eso han decidido flexibilizar sus políticas y sus normas para permitir que los empleados trabajen desde sus casas, incluso desde otras ciudades y países.
Y lo que gran cantidad de estas compañías ha comprobado en la práctica es que esta flexibilidad les representa enormes ventajas y ahorros tanto a ellas como a sus empleados, además de convertirse en una estrategia de retener el talento, debido a que las personas se sienten más satisfechas con su trabajo, y en una forma de producir menos emisiones de carbono, lo que reduce el impacto negativo en el medio ambiente.
Trabajar desde casa
